El despacho, fundado en Padua en 1982 por el abogado Vladimiro Pegoraro, originalmente estaba dedicado solo a la práctica del derecho civil.
A partir de finales de la década del 90, ha ampliado su servicios profesionales al derecho administrativo, gracias a la colaboración del abogado Michele Greggio.
La decisión de los socios de promover el desarrollo de sus respectivos ámbitos de competencia, también en una perspectiva sinérgica, ha permitido el afianzamiento del bufete como un servicio profesional de asesoramiento y asistencia, ya sea en ámbito judicial como extrajudicial, creando a lo largo del tiempo relaciones estables y duraderas con sus clientes.
En particular, el bufete se ocupa de asistencia a particulares, empresas y administración pública, estableciendo con ellos una relación constante de confrontación y proporcionando una actualización precisa de la evolución de los expedientes. Cada caso es confiado a profesionales que actúan con un enfoque crítico y exhaustivo, animado por una actualización constante en las áreas de competencia respectivas.
El bufete también cuenta con la colaboración de numerosos profesionales, tanto en Italia como en el extranjero, y con los mejores expertos técnicos.